• Manuel Pardos, miembro del Consejo Consultivo de la CNMV, más allá de la politización del cargo y el supuesto vacío de poder, considera que “Elvira Rodríguez y sus antecesores no han hecho la suficiente fuerza para que la CNMV fuera una institución verdaderamente fuerte y con medios para vigilar a los mercados y proteger a los consumidores”
• “Los mercados presionan a su favor, lo vemos en el Consejo Consultivo, donde hay cerca de quince representantes de las empresas y sus patronales, frente a dos de los consumidores”
Madrid, 6 de octubre. Ante el “supuesto vacío de poder” provocado por la salida de Elvira Rodríguez al frente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y su sustitución por Juan Manuel Santos-Suárez, el organismo regulador “no tiene por qué paralizarse ya que son los técnicos los que hacen funcionar a la CNMV”, afirma Manuel Pardos, presidente de ADICAE y miembro del Consejo Consultivo de la CNMV designado por el Consejo de Consumidores y Usuarios.
“Puede funcionar como hasta ahora en un periodo de interinidad; pero “lo que no puede funcionar es con esta falta de medios, que es el principal problema junto a las presiones que recibe”, señala Pardos: “Los mercados presionan a su favor, lo vemos en el Consejo Consultivo, donde hay cerca de quince representantes de las empresas y sus patronales, frente a dos de los consumidores” –él y Fernando Herrero, secretario general de ADICAE, como organización más representativa de los pequeños ahorradores inversores–.
“¡No es la política; son los mercados!”, exclama Pardos ante los que centran interesadamente el debate en la politización del cargo. De hecho, “casi todos los presidentes de la CNMV han sido políticos enchufados, y más de uno como Pilar Valiente y Julio Segura se han escapado por los pelos de la cárcel” tras los escándalos de Gescartera y las preferentes, respectivamente.
MEDIDAS DE POCO CALADO
El mandato de Rodríguez se caracterizado por un perfil bajo, de prudencia y tranquilidad, sin que le estallara en las manos ningún escándalo que afectara a los ciudadanos, como las preferentes.
Pero “Rodríguez y sus antecesores no han hecho la suficiente fuerza, por ser colocados por el Gobierno de turno, para que la CNMV fuera una institución verdaderamente fuerte y con medios para vigilar a los mercados y proteger a los consumidores”.
Según Pardos, “hacen falta medidas de mucho más calado y profundidad que alguna visita del ‘mystery shopper’ a las entidades, los informes de gobierno corporativo o el semáforo, cuya eficacia está por ver en un momento en el que se está volviendo a vender productos de riesgo a los ahorradores”.
En ese sentido, “el Banco de España y la CNMV son vicarios de las estructuras europeas”, lo que ha hecho que “el mandato de Rodríguez ha sido muy ‘leguleyo’, limitándose prácticamente a cumplir las directrices europeas pero renunciando a ir más allá y a mejorar la protección a los consumidores, tal como exigía la deplorable situación del mercado español tras los gravísimos fraudes vividos”.