Ahorra con seguridad
El esfuerzo de ahorrar no se ve compensado con una protección adecuada. Las entidades bancarias, empresas de servicios de inversión y compañías aseguradoras han multiplicado la oferta de productos financieros que cada vez son más complejos y arriesgados: fondos derivados, swaps, futuros, “depósitos estructurados”, etc. Como han demostrado los recientes fraudes colectivos al ahorro, no parece que la normativa o la labor de las autoridades públicas responsables de la supervisión sean capaces de frenar los abusos.