El Pleno del Congreso debate hoy la convalidación o derogación del Real Decreto–ley 14/2018, de 28 de septiembre, por el que se modifica el texto refundido de la Ley del Mercado de Valores.
ADICAE pide un debate en profundidad sobre MIFID II para superar la «herencia de Guindos», evitar los errores del pasado y avanzar hacia una imprescindible mejora de la posición de los consumidores ante los productos de ahorro-inversión y las prácticas de venta del sector.
La Asociacion celebra la oportunidad que la transposición de la directiva europea MIFID II abre para profundizar en la protección de los inversores tras el fracaso evidente que supuso MIFID I permitiendo grandes fraudes y abusos como las preferentes, subordinadas, etc., que la crisis financiera puso de manifiesto causando graves perjuicios en los consumidores y usuarios de nuestro país.
Para ADICAE, el principal objetivo del legislador debe radicar en asegurar unos niveles garantistas y suficientemente “elevados” de protección de los ahorradores. Las prisas por transponer la directiva no deben hacer olvidar la necesidad imperiosa de proteger al consumidor, que ni siquiera se menciona en la exposición de motivos. Este hecho evidencia una alarmante carencia de priorización en la defensa de inversores y consumidores, que han de estar en el centro de todas las decisiones.
Ante estas realidades la Asociación, que advierte del riesgo de que la transposición de la Directiva MIFID II se reduzca a una mera ampliación de la denominada «información precontractual» o se limite a reforzar los aspectos meramente formales de transparencia, estima que el texto sometido hoy a convalidación en el Congreso debe ser objeto de mejoras en profundidad. Por ello ADICAE pide a los grupos parlamentarios que acuerden la tramitación como proyecto de ley, con el correspondiente debate y enmiendas a la norma.
En materia de derechos de los consumidores la actual transposición refuerza el control en la venta de los productos financieros pero deja claro que su prioridad es otra: la estricta preocupación por el desarrollo de la competitividad de los servicios de inversión. Una competitividad que difícilmente mejorará si las «reglas de juego» siguen dejando a los consumidores al albur de prácticas agresivas, engañosas o fraudulentas y de una ingeniería financiera al servicio prioritario de los intereses de las entidades en lugar de los de su clientela.
Así mismo, ADICAE celebra que se prohíban los incentivos en la venta de productos como los fondos de inversión, condicionándolos a que haya también un beneficio para el cliente, pero alerta del hecho de que se eluda abordar algo tan relevante como la supervisión de los mercados financieros, que es imprescindible para proteger al consumidor. A pesar de que a priori se otorgan nuevas facultades a la CNMV, y mantiene el carácter no vinculante de las resoluciones de los supervisores frente a las reclamaciones de los consumidores.
ADICAE cree además que el RDL 14/2018 carece de un elemento fundamental, previsto en la Directiva y que cooperativa a la protección real del consumidor financiero: la definición para cada producto de un “público objetivo negativo”, es decir, la prohibición de ofrecer y vender esos productos a determinados tipos de consumidores. De esta forma, se corregirían los abusos del pasado, delimitando a qué público no se puede ofrecer el producto en ningún caso porque su venta sería ilegal.
Por último, la transposición total de la Directiva MIFID II culminará en los próximos meses mediante los desarrollos normativos posteriores que regulen aspectos aún pendientes. Desde ADICAE, se confía en que esta fase regulatoria no quede exenta de un debate de calado y de audiencia pública previa para abordar un efectivo refuerzo en la protección de los inversores para que no resulten los grandes olvidados en este proceso.
