La propuesta de la Sra. Botín constituye un abuso flagrante que no debería contar con la anuencia de la CNMV.
El Santander pretende solventar el «caso Popular» ofreciendo preferentes bajo el engañoso nombre de «Bonos de Fidelización» a menos de un 10% de los accionistas.
ADICAE exige una medida universal para las más de 300 mil familias afectadas por la venta del Popular al Banco Santander.
Madrid, 13 de julio.- La propuesta de la entidad presidida por Ana Patricia Botín constituye un ‘ejemplo de libro’ de «lavado de cara» y marketing engañoso que incurre en un nuevo abuso, al ‘colocar’ deuda perpetua de forma indiscriminada a pequeños ahorradores como supuesta solución que en todo caso la entidad limita de forma arbitraria y no justificada a los accionistas que acudieron a la ampliación de capital de 2016 y a los bonistas de 2011.
La «Fidelización» de estos bonos supone encadenar a los pequeños ahorradores accionistas a la entidad de forma perpetua y no con ello se garantiza que, pasados esos 7 años, los pequeños ahorradores puedan recuperar sus ahorros ya que la eventual amortización de los títulos depende de la decisión unilateral del Banco Santander
ADICAE destaca que no sólo no se ofrece cantidad alguna a los afectados, sino que:
1. La oferta solo afectará a un escaso 10% de los pequeños accionistas afectados, y sólo por aquella parte de sus ahorros destinada a acciones adquiridas en la ampliación de 2016.
2. No se reembolsa cantidad alguna, sino que se canjean las acciones o deuda subordinada por deuda perpetua, amortizable a voluntad del banco.
3. La rentabilidad del 1%, no es un interés garantizado sino ‘discrecional‘
4. El valor teórico de esa nueva deuda perpetua canjeada generará pérdidas inmediatas a los clientes, al preverse un valor de mercado de la misma inferior al nominal que sirve de referencia a dicho canje.
5. Se impone la renuncia a cualquier reclamación posterior, de forma que los accionistas anteriores a la ampliación y que acudieron a la misma renuncian a exigir la devolución de las acciones adquiridas con anterioridad a 2016.
ADICAE considera que, en sus actuales términos, la ‘oferta’ del Santander no puede ser autorizada sin corrección previa para evitar un nuevo engaño. Cualquier solución debe ser ‘universal’, en el sentido de ir dirigida a todos los pequeños accionistas-ahorradores, y transparente, sin inducir a nuevos engaños ni abocar a los afectados a la titularidad de nuevos productos complejos y de alto riesgo.
