ADICAE denuncia que Iberdrola menosprecia y maltrata tanto a accionistas con sus prácticas desleales ante cualquier crítica como a los consumidores a los que castiga sistemáticamente con sus innumerables abusos. Por eso la asociación ha exigido en la junta de Accionistas una política más transparente para acabar con la pobreza energética y que a su vez mejore la dañada imagen de la entidad.
ADICAE ha constatado cómo estas prácticas han sido sancionadas por la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia: entre ellas cabe destacar el cobro de sanciones o facturación por la inspección o manipulación del contador, de hasta 2000€, sin que el cliente esté presente y sin su autorización, cambios unilaterales de contrato o cambios en los precios fijos.
Con el precio de la luz por las nubes Iberdrola debería cuidar más a sus clientes vulnerables y dar más importancia a la lucha contra la pobreza energética. En este sentido, ADICAE, no puede entender cómo todavía en 2018 se han mantenido los cortes de suministros, que ya denunciamos el año pasado, a cientos de familias que se quedan sin la posibilidad de defenderse.
La asociación ha denunciado los retrasos deliberados en la renovación del Bono Social, o bien por denegaciones incomprensibles o bien por trámites burocráticos, que ponen en situaciones límites y dramáticas a miles de familias.
Mención especial merecen los Servicios de Atención al Cliente de Iberdrola, que por su falta de atención e ineficacia obligan a los afectados a acudir a las Consejerías de Industria de las CCAA, lo que supone una pérdida de tiempo y retraso en el resarcimiento.
Todo esto, a criterio de ADICAE, obra en contra de la imagen de Iberdrola de forma muy negativa, puesto que a quien primero están maltratando es al cliente, lo que va en detrimento de su reputación. También incide en las cotizaciones por estos fallos en el control de su imagen.
Al Consejo de la compañía, al igual que las grandes empresas de este país, parece no gustarle las críticas vertidas por los consumidores y sus representantes, por eso demandaron a ADICAE en 2015 que denunció los fraudes de la entidad. Fueron derrotados porque no pueden prohibir que los accionistas y pequeños ahorradores expresen su disgusto con la gestión y las prácticas abusivas de Iberdrola.
